Entre montañas y veredas, fluye sereno y majestuoso, el río Genal a su paso por Genalguacil hermoso. Sus aguas cristalinas reflejan el cielo y la luz, y en sus orillas se posan las aves con su cantar dulce. Sus peces de plata y oro nadan libres y sin prisa, mientras las hojas de los árboles caen suavemente sobre su brisa. Es un lugar de paz y de calma, donde el tiempo parece detenerse, y la naturaleza se muestra en todo su esplendor y grandeza. ¡Oh, río Genal de mi alma, tan bello y tan generoso!, en tu curso eterno encuentro la fuente de mi inspiración y reposo. |
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